Ir al contenido principal

SOMOS AGUA



Te dí todo, hasta agotarme, te entregué en cada día mi piel, me engañaba creyendo que no era suficiente con lo que soy, me convencí de que ni mi carne ni mi alma serían suficientes para llenar tu sed de amor, pero ahora me arrepiento porque no quedó nada más de mi que no te haya dado ya, porque te regalé hasta mi último rincón y ahora te quiero libre pero a la vez solo mío y que no pruebes otra sangre, porque tal vez se rompa el hechizo y notes que hay más que solo lo nuestro, que hay un mundo entero por descubrir y que te has perdido tanta vida encerrado en mi y yo intentando amarrarte como si tu alma no deseara probar todos los ríos y conocer todas las aguas.

Comentarios